martes, 6 de noviembre de 2007

A contra tiempo..

Me arrodillé para orar pero no por mucho tiempo,tenía mucho por hacer.
Tuve que darme prisa e ir a trabajar ya que los cobros muy pronto estarían ante mi.
Salté de mis rodillas y mi deber Cristiano estaba concluido.
Mi alma pudo entonces descansar plácidamente.
En todo el día no tuve tiempo de lanzar una palabra de aliento, ni de hablar de Jesús a mis amigos; se reirían de mi y me daría miedo.
No hay tiempo, no hay tiempo.
Hay mucho qué hacer... Ese era mi sollozo constante.
No hay tiempo para darle a las almas en necesidad, sino hasta la última hora, la hora de morir. Me pare frente al Señor, vine y permanecí cabizbajo,ya que en SUS manos sostenía un libro; el libro de la vida.
Dios echó una mirada a su libro y dijo: "No puedo encontrar tu nombre.
Una vez estuve a punto de anotarlo, pero nunca encontré el tiempo"

No hay comentarios: